Autor: Philip Kerr
Año: 1989
Edición: RBA, Barcelona 2010
«Berlín, 1936. El régimen de terror del Tercer Reich comienza a tomar forma en una Alemania cada vez más inmersa en el odio, la xenofobia y la sed de venganza. Desde su privilegiada posición como investigador privado, Bernie Gunther observa cómo día a día la sociedad berlinesa se halla más a merced de las "violetas de marzo", los nuevos adeptos del todopoderoso Partido Nacionalsocialista. Cuando recibe el encargo de investigar la muerte de un alto cargo de las SS y recuperar un collar de diamantes que le ha sido robado, Gunther no puede ni siquiera imaginar que un caso tan aparentemente simple le llevará hasta las más altas esferas del nazismo y las luchas internas por el poder, en un contexto en que el país se prepara para la celebración de los Juegos Olímpicos y ante la posibilidad de iniciar, de un momento a otro, la conquista Europa» (de la página web de la editorial).
Violetas de marzo es la primera novela de la serie Berlin noir, pensada originalmente como trilogía, y la primera novela de Philip Kerr. Esto último se nota. Aunque es un debut digno (ya me gustaría...), el final es apresurado y decepcionante. Un fallo más de fondo es que el detective protagonista, Bernhard Gunther, es demasiado típico, demasiado Marlowe. Adamsberg y Maigret son franceses; Bevilacqua y Chamorro total hispanos; Wallander es sueco a más no poder; Fandorin es ruso;... Gunther es yanki. Pensando en esto se me ocurrió que quizá es problema de la traducción, pero eso nos lo dirá alguien que haya leído la versión original. Por lo demás, es novela auténticamente negra y la ambientación en la Alemania nazi la hace distinta. No es excesiva en lo referente a la violencia, pero sí a veces demasiado insistente y descriptiva en los encuentros amorosos del protagonista. Aquí la crítica que me puso tras la pista.
http://lema.rae.es/drae/?val=xenofobia
ResponderEliminarhttp://lema.rae.es/drae/?val=racismo
Ion, igual es como se dice ".... con papel de fumar", pero vistos los significados parece que el ambiente es más bien de "racismo". Saludos, Donan
Hola Donan, tiene razón. Yo hubiera puesto racismo, pero la contraportada usa xenofobia. Y esto nos lleva a la eterna pregunta: ¿quién las escribe?, porque algunas son de llorar. Una abrazo.
ResponderEliminar