Título: Estupor y temblores (Stupeur et tremblements)
Autor: Amélie Nothomb
Edición: Anagrama, Barcelona 2000
«Esta novela con declarada carga autobiográfica, que ha obtenido un enorme éxito en Francia, cuenta la historia de una joven belga de 22 años, Amélie, que empieza a trabajar en Tokio en una de las mayores compañías mundiales, Yumimoto, quintaesencia de las empresas japonesas (...). En el Japón actual, fuertemente jerarquizado (en el que cada superior es, antes que nada, el inferior de otro), Amélie, afligida por el doble handicap de ser a la vez occidental y mujer (...), sufre una cascada de humillaciones. Trabajos absurdos, órdenes dementes, tareas repetitivas, humillaciones grotescas, misiones ingratas, ineptas o delirantes, superiores sádicos, la joven Amélie empieza en contabilidad, luego [pasa] a servir cafés, [después] pasa a la fotocopiadora y, descendiendo los escalones de la dignidad (aunque con un despego muy zen), acaba ocupándose de los lavabos... masculinos» (de la contraportada).
Además de no estar bien escrita (los corchetes son añadidos míos), la contraportada es engañosa. Se supone que la novela es graciosa -y, efectivamente, tiene algún momento, propiciado por el obeso señor Omochi-, pero en general no me lo ha parecido. Remonta un poquito al final. No me ha gustado.
2 de enero de 2013
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Hola Ion,
ResponderEliminarMuchas veces he estado tentada de leer a Nothomb, pero no me acabo de decidir. Bueno, ya veo que éste no será. Hay algún otro que te haya gustado?
Siempre diré que Nothomb genera o admiración sin condiciones o estupor...que es lo que te ha provocado a ti. A mí me encanta pero con matices y para ir picoteando de vez en cuando. Si no te ha gustado, no repitas, además tiene una legión de seguidores pero hay que reconocer que la chico es un pelín especialita
ResponderEliminarHola Varenka, ¡feliz año! Sólo he leído otro, "Ácido sulfúrico", que está bien pero no mata (hice una reseña pequeña hace tiempo). Creo que María (http://leocuantopuedo.wordpress.com/) ha leído más de la Nothomb.
ResponderEliminar-
Hola María, ¡feliz año también! Es probable que con el tiempo se me olvide esta floja lectura y lea otro. Los autores con legiones de seguidores me provocan una inexplicable curiosidad y, aunque no me terminen de convencer, voy leyendo cosas (quizá con la ilusión de descubrir qué libro enganchó a sus seguidores). Además, con Amélie es fácil, porque sus libros son finitos y no roban mucho tiempo.
¡Feliz Año!.. A mi me gustó bastante, la verdad es que me lo pasé muy bien. En esos momentos, una de mis hermanas estaba saliendo con un japonés y la verdad es que dio muchísimo juego. Toda la familia se leyó el libro y en las conversaciones en la mesa salían todas las anecdotas del libro.
ResponderEliminarUn saludo
Gise
Hola Gise, feliz año. Tiene gracia la coincidencia entre tu lectura y el novio japonés: seguro que un inglés le sacaba partido para una novela de humor.
ResponderEliminarA mí sí me gustó. La encontré muy inteligente dentro de todo lo aparentemente absurdo. Creo que es inteligente cuando habla por ejemplo de los efectos de la mentealidad japonesa en la valoración de la mujer. Lo estricto del japonés. Ese desprecio por la individualidad como el mal occidental. Y la escena de vejación del jefe gordo a la superiora de Amelie, es muy bueno. Ella hace un paralelismo con lo que debe de ser una violación (atendiendo al desprecio del violador), que luego más adelante leyendo Desgracia de Coetzee, cuando en el libro se expliocaba, me vino a la mente el paralelismo que Amelie hizo de este despliegue de poder con una violación. Ean actos hermanos. No es nada tonta esta escritora.
ResponderEliminarHola Icíar. No, no es nada tonta, y se nota en que le va muy bien. Como dices, el libro tiene momentos brillantes (citas los que más me lo parecieron), pero el conjunto me desilusionó.
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