Título: Télex desde Cuba
Autor: Rachel Kushner
Edición: Libros del Asteroide, Barcelona 2011
La revolución que colocó a los hermanos Castro en el poder en Cuba no es un tema que me interese. Sin embargo, una novela sobre los años 50 en Cuba, la época previa a la revolución, sí me pareció interesante. Según cuenta el libro, en esos años grandes compañías estadounidenses explotaban la caña de azúcar y el níquel en la isla. Los directivos se trasladaban allí con sus familias y durante años crearon un ambiente propio. Télex desde Cuba habla de algunas de esas familias, los Lederer, los Mackey, los Stites, los Allain; habla también de los escarceos previos al triunfo de la revolución de Fidel, Raúl y sus barbudos seguidores; del dictador Batista y de su predecesor Prío; y de otros personajes que podrían haber pululado por La Habana, Santiago, Preston y Nicaro en aquellos años. No sé si el retrato es históricamente fiel. Supongo que, a grandes rasgos, sí.
Rachel Kushner usa varios narradores para ir contándonos la historia. En mi opinión, usa demasiados puntos de vista, y eso hace que te pierdas en algunos momentos. Cuando narran Everly o K. C., hijos de dos familias emigradas a Cuba para trabajar en companías estadounidenses, la cosa es interesante, porque hablan de la vida cotidiana en la isla, de las gentes que allí vivían, de sus alegrías y de sus miserias (mayormente, de miserias morales). Cuando la narración se centra en La Mazière, el traficante de armas, y en Rachel K, la bailarina del cabaret Tokio y en sus ratos libres amante de todo lo que se pone por delante, el interés decae. El libro empieza muy muy bien, se estabiliza en un nivel prometedor, y de repente empieza a decaer hasta entrar en la parte final (la Cuarta parte) que es, en mi opinión, caída libre total. ¿Defecto comprensible en una primera novela? Quizá. En conjunto, no me ha gustado del todo, pero no se descarta que pueda gustar, como le ocurrió al autor de la crítica que me animó a leerlo. Así que si alguien se siente tentado o lo ha comprado ya, le animo a leerlo.
25 de agosto de 2011
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