En Sweet Water, un pueblo perdido del Oeste americano, residen los Forrester. Él, un pionero del ferrocarril y un hombre de bien. Ella, una mujer alegre y atractiva, juguetona y frívola. Siendo un adolescente, Neil es cautivado por la señora Forrester, a la que tiene absolutamente idealizada. Con el paso de los años y algún que otro hecho desafortunado, Neil irá comprobando que no es oro todo lo que reluce. Al hilo del relato de la degradación de Marianne Forrester -narrada de un modo delicado- y del desencanto de Niel, Willa Cather va describiendo el escenario que tanto le gusta, el de los pioneros y colonos del Oeste americano, esta vez situando la acción en los últimos coletazos de aquella época.
Quizá después de Lucy Gayheart debería haber abandonado a Willa Cather. Sinceramente, Una dama extraviada no me ha gustado mucho, aunque no es un mal libro. Pensando en los otros tres de esta autora que he leído y me han gustado más -Mi enemigo mortal, La muerte llama al arzobispo y Mi Ántonia-, me doy cuenta de que dos de ellos son más largos: tal vez la autora necesita más páginas para desplegar todo su buen hacer. No sé. Quedan pendientes Pioneros y Para mayores de cuarenta. No los descarto, pero, claramente, cuando no tenga nada a mano que me apetezca más.
2 de junio de 2009
Una dama extraviada (Alba)
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No sé como has podido leer este libro. A mi me produjo verdadero horror. Creo que la valoración es desacertada de todas todas. Es una pena pues esta página me gustaba.
ResponderEliminarCraiovenu.
Mea culpa. Lo siento :( pensé que podría gustarte...
ResponderEliminarHola Cutimarela. Nada de mea culpa, ni de lo siento. Además, tampoco me he gustado tan poco: en los comentarios exagero un poco, un recurso estilístico ;)
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Vaya, Craioveanu, se ve que estabas escondido cual submarino entre los lectores del blog y has decidido salir a este parking que son los comentarios a disparar. Me recuerdas a ciertas señoras que conocí hace años... Sólo espero que no nos abandones. Próximamente ¨tiraré de lista¨ a ver si publico sobre algún libro que te guste. De todas formas, es bienvenida tu ¨salida del armario¨ (en lo que a comentarios se refiere, claro).
Ion, como no tengo tu correo, te pido en esta sede que me recomiendes una buena novela que me pueda molar para comprar y leer este verano. Necesito un poco de consejo, pues ya sabes que yo sólo sé elegir ensayos y libros de historia...
ResponderEliminarUn abrazo!
Por lo que cuentas, no es claramente mi estilo de libro. Quizás para cuando tenga tu edad (jejeje).
ResponderEliminarUn saludo
Hola Drulo: acabo de crear una cuenta de correo para el blog. La he puesto en la barra lateral: escríbeme ahí.
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Hola Hilaryo: es un libro bastante ilustrativo... A lo de la edad ni entro.
He leído todos los libros de de la cather que comentas y este también me encanto. No se que le encuentras flojo, quizá sea mas incisiva en las novelas más breves pero sigue siendo una maravilla leerla!!!
ResponderEliminarUn abrazo para mi hermano
Andoni
Ion, ¿por qué no comentas algo del libro de Olor a yerba seca? Me hicistes comprarlo -más bien lo metistes en la bolsa- y me ha encantado. Creo que se merece un buen comentario. Es dificil encontrar hoy una biografía tan amena, tan completa y tan interesante. Animo Ion, no me defraudas.
ResponderEliminarDrulo: arrogándome competencias que no me correspoden, te aconsejo la edición completa de los relatos del padre Brown publicada por Acantilado. Chesterton, a mi juicio, no es un ensayista particularmente atrayente, pero sus novelas y cuentos sí son muy entretenidos. Leí algo del padre Brown cuando pequeño, y ahora vuelvo a descubrir, con agrado, el placer de la lectura de sus historias. Es un libro que rebasa las 1000 páginas, pero lo ameno de su lectura y el hecho que se trate de cuentos hacen que sea una buena y recomendable lectura para el verano. Lo comenzado hace poco, y no he tenido mucho tiempo de leer en estas dos últimas semanas, pero las historias, ambientadas en esa Inglaterra tardovictoriana, son ingeniosas. A eso deben sumarse las frases notables pronunciadas por el padre Brown, que trascienden el género al que sus cuentos pertenecen.
ResponderEliminarNemo (Anónimo): Leí "Olor a hierba seca" en enero y concuerdo contigo en que es un muy buen libro. Varias son las razones de su mérito. Ante todo, es una autobirografía que cubre buena parte de la segunda mitad del siglo XX, período de tantos aconticimientos y cambios en la multisecular historia de España. Recorrer sus páginas es viajar por la historia viva, ésa que se extiende desde las revueltas universitarias de fines de la década del sesenta hasta la presencia de ETA. Además, es un libro está muy bien escrito, contiene anécdotas sabrosas (más de alguna me hizo reír)y su lectura es equiparable a la de una buena novela. Esperemos que la segunda parte, anunciada por su autor, no tarde en aparecer. Este verano espero poder leer otro libro de Alejandro Llano, "Metafísica tras el final de la metafísica", cuya primera autoría se debe a un gran -y un tanto desconocido- filósofo hispanoalemán, Fernando Inciarte.
Hola Andoni: ¡qué alegría verte por aquí! En efecto, leer a Willa es una maravilla, porque tiene una modo de escribir fantástico... Pero yo no conecto con todos sus libros. Un beso a Hugo y a María.
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Anónimo (deberías usa un apodo: se me ocurre uno que triunfo en la Web durante un tiempo): no he leído ¨Olor a yerba seca¨, y no se si lo leeré en un futuro próximo, pero el comentario de Jaime viene en mi ayuda.
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Jaime: comenta tío, no me escribas capítulos de tu tesis en los comentarios :)
Muchas gracias por tu sugerencia, Jaime, pero los relatos del Padre Brown ya los leí, y me gustaron mucho, al igual que los ensayos de Chesterton... Un saludo!
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