Autor: Harlan Coben
Edición: RBA, Barcelona 2002
«David y Elizabeth acuden cada año al lago Charmaine para charlar, nadar y dejar testimonio de su felicidad en la corteza de un viejo árbol. Pero en la cita número trece, Elizabeth es secuestrada y asesinada. Ocho años más tarde, con Elizabeth muerta y enterrada y su asesino en el corredor de la muerte, el rostro de la difunta aparece en el ordenador de David, obligándolo a seguir una pista que le apartará de su vida habitual y de las personas en las que confía; una imagen que le envía mensajes vagamente esperanzadores... y con ellos la advertencia de mantener la boca cerrada» (de la contraportada).
Segundo libro que leo de Coben. Me ha gustado un poquito más que el anterior que leí, pero me ha parecido también flojo. El protagonista de la investigación, en este caso, es un amateur, es decir, un tipo normal que de repente se encuentra "investigando" un misterio. No me gustan este tipo de libros. Además, Coben me resulta cursi escribiendo; le pega decir "holi" y poner corazones en lugar de puntos en las ies de sus manuscritos.
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