Título: La leyenda del santo bebedor
Año: 1939
Edición: Anagrama, Barcelona 1992
Roth cuenta en este breve libro la historia de un vagabundo parisiense y borrachín que recibe de santa Teresa de Lisieux, por medio de un misterioso caballero, repetidos préstamos con la condición de que los devuelva en su iglesia de Saint-Marie des Batignolles. Bien, después de leer este librito, me ha quedado mucho más claro algo que ya tenía bastante claro: que no conecto ni entiendo de qué van las gentes del antiguo Imperio Austro-húngaro. El libro empieza precioso, adquiere aires de fábula moral clásica... y de repente se termina. ¿De qué vas, Joseph Roth? ¿Qué querías decirnos? ¿Querías decirnos algo? Me cabrea no entender qué me están queriendo decir cuando tengo sensación de que me están queriendo decir algo.
¿Por qué me empeño en leer a esta gente? Porque en el fondo sé que son buenos y querría que me gustaran.
Damos la bienvenida a La Pecera y a Sánchez Serrano (su otro blog).
Nada que decir, Ion. Solo que en algunos sitios, en vez de "más vale que" se dice "menos mal que". De todos modos me parece que, salvando las distancias, Roth es un narrador como, por ejemplo, Isak Dinesen: cuentan historias y lo que quieren decir es la propia historia. Eso no quita que en sus historias haya mucha historia. A veces complicadas: Más vale que no hay nada que entender. Saludos...
ResponderEliminaryo tambien me quedé perplejo, Ion
ResponderEliminarHola Donan. Nada que decir, ya he corregido el "más vale que". La indicación sobre Roth me/nos resulta útil: la próxima vez que lea algo suyo la tendré en cuenta.
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Hola Ignatius. Me tranquiliza lo que dices.
Gracias por atreverte a desmitificar los mitos. A veces en literatura hay libros que son buenísimos, consagrados por lo crítica, reeditados y elevados a alturas literarias, nadie se atreve a tocarlos. ¿Has oído decir a alguien que Proust es un cansino? . Esto no quiere decir que haya que echar la vista atrás para leer buenas obras y no limitarse al último bombazo editorial. Me recuerda muchísimo al cuento de Andersen. "el trae del emperador"
ResponderEliminarHola María. Por eso, con autores contemporáneos, no me fío de la crítica, sino de los usuarios, aunque a veces me puede la curiosidad. Sinceramente, no he leído a Proust, ni creo que lo haga en un futuro próximo.
ResponderEliminarA mi me encantó. Lo leí con 19 años en dos sentadas y no diré dónde estaba sentado. Las historias son sólo, que no es poco, historias. Lo que aprendamos o saquemos en claro es cosa nuestra. Es más, siempre me ha molestado que sea muy claro lo que me quieran contar.
ResponderEliminarSaludos de tu hermano andoni.
Hola Andoni. Ya se ve que Ángela y tú sois los poetas. Íñigo y yo somos más..., no sé, más algo. Un beso a los pitufos.
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