El nombre del viento (Plaza & Janés)

Título: El nombre del viento
Autor: Patrick Rothfuss
Año: 2007
Edición: Plaza & Janés, Barcelona 2009

Terminé El nombre del viento hace dos o tres semanas y estaba esperando a que las impresiones decantasen para poder escribir un post inteligible, pero toca devolverlo al prestamista, así que no os prometo nada demasiado claro sobre este libro. Entre otras cosas, porque me ha dejado un tanto perplejo y no sé si se trata de algo distinto o de un libro bien construido que ha gustado mucho (la Red está llena de opiniones entusiastas). Primero de una trilogía, El nombre del viento es la narración, en primer persona, de la infancia y adolescencia de Kvothe, héroe y personaje maldito que vive de incógnito desde hace un tiempo en una posada. En esto se parece a la trilogía El señor del tiempo de Louis Cooper y al fantástico arranque de Los libros de Terramar, de Úrsula K. Le Guin, sólo por citar las dos únicas trilogías de literatura fantástica que he leído en mi vida: vemos nacer al personaje y, previsiblemente, en las próximas entregas le veremos armarla. Los capítulos sobre la vida de Kvothe se van intercalando con otros más breves que se desarrollan en el presente y que también tienen su interés, ya que te vas haciendo una idea de quién es Kvothe, por qué se esconde, y de lo que te espera en el resto de la trilogía. Lo que me ha desconcertado es una permanente sensación de anacronismo. En el libro se habla de tabernas, caldereros, laúdes, espadas, artistas itinerantes, magia y otras cosas que, mentalmente, asocias con el reductivo concepto de Edad Media que muchos manejamos. Sin embargo, a veces el comportamiento y el lenguaje de los personajes se correspondería mejor con una novela ambientada en el siglo XXI (lo siento, no me vienen ejemplos). Además, el libro está lleno de repeticiones, de ideas y de frases, algunas dentro de un mismo párrafo, y de adjetivos que no aportan demasiado (aunque esto es quizá perdonable en un libro de 872 paginas, o a lo mejor es culpa de la traducción).

Resumiendo: el libro no mata, una C, aunque tiene elementos interesantes y no me ha costado acabarlo; por supuesto, leeré la continuación; te lo recomiendo sólo si te gusta el género; nada que ver con la saga Potter, of course; la portada me parece chulísima: no sabes si eres tú el que espía o el espiado. Aquí, una reseña entusiasta.