D. Emilio regresa de un Londres en guerra a un Madrid en posguerra. Su mujer le ha dejado. En Madrid se reencuentra con su hijo Gonzalo, ¨el Poeta de la Falange¨ y alto cargo del franquismo, y se verá involucrado en una trama de espionaje.
Compré el libro animado por la crítica que hacía Luis Ramoneda en Aceprensa (la versión on-line del artículo es sólo para suscriptores, pero puedes leerla aquí) y porque me pareció que Carlos Pujol tenía una cara simpática en esta foto. Lo de los espías era lo que más me apetecía y resulta que la trama es como de coña. La historia del reencuentro entre Gonzalo y d. Emilio funciona mejor. Por lo menos acaba bien.
El libro no ha resultado lo que yo esperaba -dichosas expectativas- pero me lo he leído entero: es curioso. Debe ser que la cara simpática de Carlos Pujol y la esperanza de que la cosa mejorara me han animado a seguir hasta el final. O quizá ha sido que el libro está bien escrito. Probablemente una combinación de las tres. Eso sí, no pasa de la C.
16 de febrero de 2009
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