Título: Drácula
Autor: Bram Stoker
Año: 1897
Edición: Planeta DeAgostini, Madrid 2003
Llevaba tiempo pensando leer Drácula, pero me echaba para atrás la idea de leer una "historia bien conocida": una historia de aventuras, terror, sangre, sustos, etc. ¡Qué equivocado estaba! El origen de mi error era la versión que hizo Francis Ford Coppola en 1992, que vi en su momento y suponía absolutamente fiel al libro. La recomendación de un amigo, mayor que yo, serio, al que no le pegaba disfrutar un libro como yo pensaba que era Drácula, me animó. Creo recordar que usó la palabra "delicioso", pero no lo recuerdo bien. ¿Drácula delicioso? Se me activó la curiosidad y me lancé... y he disfrutado bastante, sobre todo por la sorpresa.
Drácula es una historia totalmente distinta a como la imaginaba hasta ahora. Diría que, más que una historia de terror (me niego a añadir el adjetivo "gótico", eso ha venido después), es una historia de amor (dicho sea de paso, sin la fuerte carga de sensualidad que añade la versión de Coppola). La primera parte del libro, hasta que Jonathan Harker regresa a Inglaterra, sí que tiene como elemento principal el miedo, pero a partir de ahí el libro se convierte, de fondo, en una historia de amor y amistad románticos. Románticos por lo puro, desinteresado e "ingenuo" de los sentimientos expresados por los protagonistas, y también por lo trágico y heróico. Es bueno recordar que Drácula está escrita a finales del siglo XIX. Eso significa en primer lugar una gran naturalidad para aceptar la irrupción de lo sobrenatural, que se manifiesta tanto en la posibilidad de un ser como el Conde Drácula (que es visto como una aberración; nada que ver con el interesantísimo y seductor Gary Oldman, o el lánguido y resbaloso Robert Pattinson), como en el recurso constante a la ayuda de Dios. También significa que la novela se puede hacer a ratos un poco pesada y reiterativa, especialmente en la parte central, y que el lenguaje puede resultar rebuscado o ampuloso, y en los momentos románticos un poco empalagoso. Tutto sommato, un buen libro que os recomiendo.
(Preparando la entrada me he acordado del Conde Draco: los más veteranos quizá recuerden sus lecciones para aprender a contar)
10 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
Yo también lo leí porque era un clásico y me gustó. Distinto de lo que imaginaba, aunque efectivamente, a veces se hace premiosa la lectura.
ResponderEliminarHola Pilu. Me alegra que estemos de acuerdo. Me gusta mucho la palabra "premioso", pero nunca me acuerdo de utilizarla en el blog: quizá esta era una buena ocasión.
ResponderEliminarYo me lo leí porque había sido precedente de muchas novelas actuales y el principio donde comentas que parece que dé miedo, me encantó, después lo detesté. Me pareció lento, un poquito mal escrito; como si tuviera prisa por acabar y muy misógino.
ResponderEliminarSaludos Ion,
Hola Vero. Estoy de acuerdo contigo en lo primero que dices: la primera parte es apasionante. Respecto a lo segundo, en parte también, porque es cierto que el libro se ralentiza, pero a mi también me gustó. Lo de que es un libro misógino, pues no lo se, la verdad. Me parece que Mina juega un papel esencial, y es una más del grupo. Ciertamente los personajes femeninos son un poco cursis, y todos les hacen cumplidos, reverencias, se preocupan de ellas,... como si les parecieran más delicadas... o quizá por cortesía y caballerosidad. Creo que no te habría gustado vivir en el siglo XIX.
ResponderEliminarPues, yo también llevo tiempo con ganas de atraparlo. De hecho, en los intentos, he visto otro de Bram Strocker, que se llama algo así como "el invutado de Drácula" (hablo de memoria, más o menos).
ResponderEliminarEsta reseña, me anima a leerlo pronto, y con los comentarios, ya me preparo a eso de que la segunda parte pudiera ser un poco más lenta, y también a lo de la misoginia.
A mí tampoco me gustaría vivir en una época anterior a cualquiera posterior, ni siquiera me gusta esta época en comparación con las futuras (siempre hablando de la mujer en la sociedad)
*Bram Stoker (parezco de pueblo)
ResponderEliminarHola Icíar. Si te animas, te recomiendo una edición "grandota" y no de bolsillo, porque son bastantes páginas. Lo de la misoginia es una impresión de Vero, a mi no me lo ha parecido. Ya nos contarás.
ResponderEliminarGran libro, Ion. A mi me impresionó muchísimo ye me dio incluso miedo. No veo que sea misógino (según el diccionario de la RAE: "Que odia a las mujeres, manifiesta aversión hacia ellas o rehúye su trato"). Es que las mujeres, y con ellas toda la sociedad, avanzan en la propia concepción de sus valores. Imagino que Jane Austin consideraría misógino dirigirse a una mujer llamándola "tía". Pero cada tiempo tiene su sensibilidad y el melindre hoy está fuera de lugar y lo bueno (en mi opinión, quizá equivocada) es huir de los prejuicios: cada persona es única y a eso hay que atenerse. De todos modos, Drácula es un gran libro. No se si puedo recomendarte Mobby Dick como novela de terror.
ResponderEliminarHola Donan. Gracias por el comentario. Es buena la comparación con Jane Austen, muy acertada. Moby Dick forma parte de los eternos libros pendientes. Seguramente le llegará el momento, quizá este verano.
ResponderEliminarA mí personalmente me gustó mucho Drácula, creo que está magníficamente escrita y la trama engancha del principio al final. Lo de la misoginia lo veo un poco fuerte, si nos dedicamos a leer novelas clásicas con los criterios de hoy en día no dejamos vivo ni un sólo libro: por ejemplo El Quijote es antisemita, racista, misógino... y no por ello es la obra cumbre de la literatura española. Ya veremos cómo nos juzgan las generaciones futuras.
ResponderEliminarY estoy de acuerdo con lo que dices en el post, las películas que se han hecho de vampiros han desvirtuado mucho al personaje, y por desgracia están haciendo que mucha gente se pierda una maravilla como es el libro de Bram Stoker.
Un saludo :)
Hola Carol. Gracias por el comentario: me alegra ver caras nuevas por aquí. Podríamos organizar una quema pública de libros pseudo-vampíricos, haríamos mucho bien... He estado culebreando por 10.15 Saturday night y creo que me pasaré más veces.
ResponderEliminarHace mucho que lei Dracula, a mi marido le gusto tanto la pelicula en su dia, que me la hizo ver dos veces, y la verdad es que yo no lo veia mucho la gracia, mi cuñado me recomendo el libro y ese si me gustó muchisimo, me pareció bien narrado, y sobre todo no había sobreabundancia de vampiros en las librerias. Siempre que puedo lo recomiendo.
ResponderEliminarHola Carmina. Veo que coincidimos: bien el libro, psee la peli. Últimamente he coincidido con mucha gente que valora la novela: hay que potenciarla, a ver si ahogamos esta marea de literatura pseudovampírica.
ResponderEliminarIon si te soy sincera no he leido nada de esa literatura seudovampirica y he visto crepusculo porque en el sofa se estaba muy bien y mi hijo la tenia puesta, no creo que lea ese tipo de literatura, sobre vampiros he leido Dracula y la Historiadora que me resulto pesado, espero se pase la moda, porque te la encuentras en tantos blogs que a veces resulta cargante.
ResponderEliminarMe he venido a leer otra vez tu reseña. Supongo que cuando te refieres a historia de amor, te refieres al amor hacia Lucy, por eso de donar sangre y unirse para acabar con el malvado. ¿es eso, no? no te estarás refiriendo a un amor entre Drácula y Mina, ¿verdad?
ResponderEliminarY otra cosa, a mí no se me hizo pesada ningún párrafo de la novela. Cuando lo leí, por esta entrada iba ya preparada con eso de que la segunda parte iba a ser lenta y me iba alegrando cuando veía que cada vez estaba más cerca el final y seguía intrigada.
ResponderEliminarHola Icíar. ¡Claro! El amor hacia Lucy y hacia Mina. Drácula no puede amar a nadie, está dominado absolutamente por la necesidad: Drácula no ama, utiliza.
ResponderEliminarAsí, sí estamos de acuerdo, el amor de los hombres protagonistas de la experiencia hacia ellas, aunque yo no lo veo como una historia de amor de pareja propiamente dicha, es más bien amor altruista, el mismo que Mina siente por la misma Lucy, ambas mujeres.
ResponderEliminarPero sí, sin poleminar como dices, hay esa abnegación y protección, y deslumbramiento por ellas.
Por un momento me asustaste, pensé en el amor de Drácula y Mina (que es lo que creo recordar que Francis Ford Coppola explota en su película, la obsesión por hacer de Mina su compañera de su mundo infernal)
Hola Icíar. Ver contestación en tu blog.
ResponderEliminarY dijo Ion en mi blog:
ResponderEliminar"Hola Icíar. En efecto no es una historia de amor "de pareja", y desde luego no entre Drácula y Mina, que es lo que explota Coppola (a mi entender, todo un poco morboso). Y ese amor altruista del que hablas es también un componente del amor, ¿no? Aunque yo hablaría de amor desinteresado: quiero tu bien, aunque eso me comporte a mi un mal".
Y luego dije yo: que cierto, querido Watson, estoy de acuerdo con vos.