No es país para viejos (DeBOLS!LLO)

Me ha costado terminarlo, y no porque el libro se me cayera de las manos. Si la versión de los Coen me gustó, el libro me ha encantado. Es un libro duro, de atmósfera violenta -mostrada sin necesidad de recrearse en nada-, muy bien escrito -que McCarthy es bueno ya lo sabemos todos-, con una trama que te atrapa, personajes consistentes y jugosas reflexiones sobre temas de fondo como, el mal, la verdad, el matrimonio, el incierto avance de la sociedad, etc.
Una tontería: al leerlo no he podido evitar pensar en otro libro: Un plan sencillo, de Scott Smith -llevado después al cine por Sam Raimi-; y en Fargo, quizá la mejor película de los hermanos Coen. El núcleo de las tres historias es similar: un tipo común que hace algo equivocado, aparentemente intrascendente, y se mete en un lío espectacular del que no sale bien parado. Y, al igual que me ocurrió entonces, no he podido evitar una reflexión: ¿da igual hacer algo que está mal, aunque sea una cosa de una maldad pequeñita? McCarthy, Smith y los Coen parecen decirnos que no: una acción éticamente incorrecta, antes o después, tiene consecuencias negativas, y lo peor es que no podemos controlarlas (sobre todo si te persigue el loco de Anton Chigurh).
En definitiva, una B en mi lista y el deseo de que lo leas y te guste (lo edita Random House Mondadori en edición cara y en edición barata)