21 de abril de 2008

Que veinte años no es nada (Algaida). La conjura contra América (Mondadori)

La portada del último número de La Luna de Metrópoli (nº 207, del 18 al 24 de abril de 2008) dice así: 30 años de diferencia no son nada. Penélope Cruz y Ben Kingsley viven un apasionado romance en la nueva película de Isabel Coixet, "Elegy", basada en una novela de Philip Roth.

El titular contiene dos referencias literarias que me dan la idea para un post. La primera, evidente: (...) basada en una novela de Philip Roth. No suelo leerle: me parece excesivamente bestia y pesado. Sin embargo, hace un par de años hice una excepción y leí La conjura contra América (Mondadori), que es más contenido que la mayoría de sus otros libros. Me gustó y le di una B.

La segunda referencia es quizá más enrevesada: 30 años de diferencia no son nada me recuerda a Que veinte años no es nada, la novela de Marta Rivera de la Cruz, Premio Joven Ateneo de Sevilla en 1998. El tema de la película es parecido al del libro -con diez años de diferencia- pero el tratamiento es muy distinto: un buen ejemplo de que la mirada del autor nunca es neutra, de que cada uno mira la realidad por "su" canuto, no por "el" canuto. En un momento en que me dedicaba a leer al gran Carver y a imitadores con una visión un poco depre de la vida, leer a Marta fue una inesperada y muy buena experiencia: como dice un buen amigo, "una bocanada de aire fresco".
El libro se mereció una B, como el de Roth.

2 comentarios :

  1. Buenas...he llegado a tu blog navegando por ahi y tiene buena pinta. Yo también escribo sobre los libros que leo...
    He leido todas las entradas, pero te escribo el comentario en esta.
    ¿Cómo que Roth es pesado y bestia??..no estoy para nada de acuerdo...pero bueno, para gustos los colores. Te enlazo a mi página.

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  2. En fin, a mi me lo parece. Empecé "Pastoral americana" (sí, ya lo se, Pulitzer y todo eso) y lo dejé: me costaba un congo; escribe denso. "La conjura" le eché ganas, lo acabé y me gustó. Además, lo tengo catalogado (subjetivamente) como un autor "pesimista", y cuando leo prefiero cosas que, al menos, no me bajen el ánimo. Como tú dices, para gustos...
    Gracias por el comentario.

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